lunes, 26 de mayo de 2014

La chica de tacones altos, lápiz labial y minifalda

Sus ojos eran una maldición divina,
su mirada era un hechizo;
sus labios eran el infierno
y su sonrisa era el cielo.

Hacía frío,
ella me producía calor;
hacía oscuridad,
ella era la estrella más brillante;
hacía soledad,
ella llenaba cada vacío de mi cuerpo;
habían problemas,
ella era la solución a cada uno de ellos.

La saqué del infierno con todo y sus demonios,
ella estaba aterrorizada cuando descubrió
que los monstruos no dormían bajo su cama,
sino que dormían junto a ella
noche tras noche.

Ella estaba en aquella esquina,
con la mirada perdida,
abrazando a sus rodillas
-quizá era lo único que podía abrazar-.

Yo,
con mi guitarra y mi voz
haciéndole compañía a la soledad
y haciéndola un poco mejor:
con lírica y notas acústicas.

Suspiró y me miró,
¡vaya!, sí que era hermosa como para ser de este mundo,
sus pupilas desgastadas en ese color café mañanero,
sin fin,
con tres puntos suspensivos.

Con el rojo carmín de sus labios,
rodeándola como un millón de rosas,
sus cicatrices hirientes como espinas,
su aroma fue como inhalar cocaína,
me sentí en el paraíso con ella.

La vi, ahí,
en la esquina de la calle 80,
pidiendo que se detuviera cada carro que pasaba
y se la llevaban,
se la llevaban a cualquier hotel barato.

Luego salían de esa habitación de hotel,
unos cuantos dólares pagaban por su cuerpo
y yo cantaba su poesía,
era la única musa que me inspiraba.

En su mirada se reflejaba dolor,
ella no decidió vivir esa vida
y qué duro ha de ser que alguien más decida
sobre el rumbo de tu vida;
eso le pasó a la chica de tacones altos,
lápiz labial
y minifalda.

Ningún nombre,
ningún apellido,
ella no le pertenecía a nadie.

3 comentarios:

  1. Ayy, señor, señor, como digo yo. ¡Pero que texto mas bonito!
    Hay algo que me fascina de tus blogs, y es que eres tan habil para recrear ideas como para emplear las palabras de tal forma que el lector se imagina estar viviendo o haber vivido esa historia, o al menos a mi me pasa eso.
    Espero y deseo que con el paso del tiempo mas gente te conozca, porque merece la pena leerte.
    Cuando conozco a una persona que pienso que es genial por alguna razon, suelo decir q a mis hijos les hablare de esa persona. Y este es el caso perfecto porque, aunque no te conozca, entro a tu blog solo para satisfacer mis ganas de leerte y es en plan "haber que ha escrito esta vez" o "que ganas de leer una nueva entrada suya"
    Asi que ya sabes, mis hijos sabran que, cuando era una jovenzuela leia a un chico desconocido, tan desconocido que se me hacia familiar por su forma tan peculiar de escribir.
    Eres un escritor genial y te animo a que sigas escribiendo, porque alegras la vida a mas de uno y me incluyo.
    Para mi son muy importantes los abrazos, asi que te mando uno muy fuerte, cuidate mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras, Tannia. Estos comentarios hacen magia, porque me hacen sonreír al leerlos. ¡Un fuerte abrazo!

      Eliminar
  2. Triste, hermoso y real... gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar