miércoles, 25 de junio de 2014

Al final terminamos siguiendo al corazón y no a la razón

Seguimos enamorándonos
como si nunca
nos hubiesen roto
el corazón.

Seguimos amando
como si nunca
hubiese dolido amar.

Seguimos confiando
como si nunca
nos hubiesen traicionado.

Seguimos sonriendo
como si nunca 
hubiésemos llorado 
hasta quedarnos dormidos.

Seguimos recordando
porque es una forma
de vivir
y
no morir jamás.

Seguimos soñando
por eso de que,
a veces,
es la única manera 
de tener a alguien 
que nos provoca insomnio.

Seguimos creyendo
en promesas,
a pesar de que
siempre las han roto.
Nunca supimos diferenciar
entre las personas que prometen
y las que cumplen lo que no están prometiendo.

Seguimos teniéndole 
miedo a las despedidas 
y a las alturas, 
termina siendo lo mismo
caemos al mismo abismo. 

Lo que amamos 
versus 
lo que es correcto, 
el gran dilema de una vida. 
Pero,
al final 
terminamos siguiendo al corazón
y no a la razón.

Y seguimos riendo 
como si la vida 
no nos hubiese quitado 
las ganas de hacerlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario