Ni París,
ni Santiago,
ni Roma;
el lugar más precioso que conozco fue
aquella vez que te miré por primera vez y supe que quería estar ahí para
siempre, sin importar las ruinas ni los daños. Porque a veces sólo queremos
permanecer, querer permanecer en lugares que no son nuestros, pero que
aparentan serlo, o que simplemente nos sentimos seguros dentro de ellos, como
un cálido hogar. Y no hay nada más bonito que alguien provoque en ti algo que
no tiene nombre ni explicación, porque nunca nadie había conseguido que
lo sintieras y es la primera vez que lo sientes (como todo lo mejor). Y eso es lo que me está
pasando a mí. ¿Sabes?, siento que no quiero perderte nunca. Y
contigo quiero visitar todos esos lugares que nunca me he atrevido a visitar, por ejemplo, mis miedos. Y uno de ellos es el olvido. Que sí, que te necesito. Gracias a ti encontré una droga que no fuese inhalada ni inyectada, simplemente eres vivida, has creado una adicción con tu aroma. Y muchas veces tengo esa
necesidad de querer que alguien me necesite con la misma intensidad con la que
lo hago yo. Y te lo digo nuevamente: No importa cuánto tiempo pase, yo estaré esperando
por ti, aquí, donde la vida parece detenerse por un instante y ese instante
parece durar una eternidad. Y si tuviera que esperarte por un millón de años, lo
haría sin pensarlo dos veces; porque el verdadero amor es aquel que espera sin
importar cuánto tiempo tarde en llegar, porque sabe que algún día llegará.
Esto duele... porque es justo lo que me está pasando a mí
ResponderEliminarSuele pasar.. muchos lo han vivido pero tu lo has plasmado... saludos :)
ResponderEliminarQue precioso y preciso como todo lo que escribes, que increible que puedas transmitir a la perfeccion todo lo que estoy sintiendo...Gracias a ti encontré una droga que no fuese inhalada ni inyectada, simplemente eres vivida.
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