domingo, 1 de noviembre de 2015

Baile

Es de las chicas que
no esperan a que un chico
venga a armarlas cuando están rotas;
es de las que se arman de valor
y se reconstruyen de golpe, 

de pies a corona,
porque son reinas de su propio desastre, 
y bailan, 
bailan hasta gastar la tristeza, 
bailan hasta no querer morir, 
bailan hasta dejar de ser jóvenes 
salvajes 
y libres.

Es la chica de las mil corazas en el pecho, 
pero erase una vez un chico que entró en su mundo
para darle la vuelta y abrazarla por la espalda, 
y desde entonces amó las sensaciones; 
luego, poco a poco, fue quitando coraza por coraza
hasta que un día entró, 
él tan inocente y tan duro a la vez, 
no supo acariciarlo sino rompiendo cada esquina de su corazón.
Ese día se juró a sí misma que no volvería a dejar que nadie 
se acercara a tal abismo.

Era fanática del amor y de su melancolía,
pero todo cambia en un abrir y cerrar de corazón.
Todo cambió para ella, 
cambió su forma de ver al mundo, 
cambió el tono de su risa
y ahora suenan cristales rotos, 
cambiaron sus perspectivas, 
sus manías
y sus bailes a media luz. 

¿Pero quién dice que no es poesía?
Lo ha sido y lo es ahora, 
en sus ojos lleva las lunas 
que se desangraron al compás de sus sentimientos, 
al compás de las canciones que le atravesaban el pecho 
y la hicieron enloquecer de tristeza, 
al compás de su derrumbe cuando necesitaba un abrazo de ese chico
que jamás volvió a llamarla ni a enviarle un mensaje 
para decirle que todo estaría bien.

La poesía la ha eternizado, 
ahora es una chica triste,
lo es, por desgracia, 
pero es una chica que todavía le da por sonreír sin maquillar los motivos,
mantiene intactas las fotografías de su sonrisa mientras
aquellos brazos le rodeaban sus hombros
y se sentía como la única chica en el mundo.

Él fue quien la destruyó 
y lo peor de todo es que él fue el ladrón que se llevó todas sus partes.
Hoy su corazón es un pueblo fantasma.
Ningún visitante, sólo lamentos y gritos de dolor. 

Pero si la sacas a bailar, 
no lo dudará ni por un segundo en aceptar, 
porque el baile ha sido su forma de decirle al mundo 
que aún no se ha rendido, 
porque el baile ha sido su forma de declararle la guerra
al amor, 
porque el baile ha sido su forma de decirse a sí misma: 
no te detengas por nada ni por nadie, 
porque el baile ha sido su excusa favorita
para que le vuelvan 
a pisar
los 
pies.

1 comentario:

  1. Simplemente increible. Tus letras son yo. Me encantan, y encantas. En mi caos tienes un hueco. Te quiere esta destruccion de persona.

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