Hoy es sábado,
pero es como si fuera un lunes
por la mañana
sin ti.
Los amaneceres
en la cama
te echan de menos.
Los atardeceres
en el patio trasero
te echan de menos.
Mis manos
recorriendo tus curvas
te echan de menos.
Mis labios
rozando los tuyos
te echan de menos.
Mis labios
rozando los tuyos
te echan de menos.
Todo lo que un día tocaste,
te echa de menos.
Yo lo hago perdidamente.
Los días
no eran días a tu lado,
no eran días a tu lado,
eran una puta barbaridad.
Estoy viviendo en una televisión
en blanco y negro,
porque los colores los producías tú.
Los domingos no eran tan desolados
y
los lunes no eran tan malos
a tu lado.
Es que no te das cuenta que
tú eres la totalidad de una persona
que te sigue queriendo como el primer
"hola" dicho en aquella estación de tren.
¿Acaso ya no sientes nada por mí?
O seré yo quien debe matar estos sentimientos
que una noche nacieron con unas cuantas ilusiones.
Es que no te das cuenta que
tú eres la totalidad de una persona
que te sigue queriendo como el primer
"hola" dicho en aquella estación de tren.
¿Acaso ya no sientes nada por mí?
O seré yo quien debe matar estos sentimientos
que una noche nacieron con unas cuantas ilusiones.
¿Por qué? Quiero decir, ¿por qué lloro? Si yo soy una tía dura (no, mentira, soy de las de la Generación del 27 mejor si es en vena, y la filosofía a las tres de la mañana)
ResponderEliminarPero bueno, tampoco lloro con todo. Y esto es precioso. Quizá porque yo he echado muchas veces de menos, quizá porque conozco esos sábados color lunes, y las manos vacías cosquilleando mientras palpan la nada. Quizá porque yo también me pregunto, después de mucho tiempo, si es que me olvidaron. O porque siento debilidad por las estaciones de tren (siempre que me da un bajón me esperan con los brazos abiertos tentándome a irme lejos).
Y eso, que te he encontrado, pero que me quedo.
Escribe a menudo.
Te sigue (y te admira)
María
Gracias por tus palabras, María. Por cierto, estuve leyendo tu blog y es grandioso. ¡Un fuerte abrazo!
EliminarCásate conmigo.
ResponderEliminar