sábado, 19 de abril de 2014

Nada tiene sentido sin ti

Hoy es sábado, 
pero es como si fuera un lunes 
por la mañana 
sin ti. 

Los amaneceres 
en la cama 
te echan de menos. 

Los atardeceres 
en el patio trasero 
te echan de menos. 

Mis manos 
recorriendo tus curvas 
te echan de menos. 

Mis labios 
rozando los tuyos 
te echan de menos. 

Todo lo que un día tocaste, 
te echa de menos.
Yo lo hago perdidamente. 

Los días 
no eran días a tu lado, 
eran una puta barbaridad. 

Estoy viviendo en una televisión 
en blanco y negro, 
porque los colores los producías tú. 

Los domingos no eran tan desolados 
los lunes no eran tan malos 
a tu lado. 

Es que no te das cuenta que 
tú eres la totalidad de una persona 
que te sigue queriendo como el primer 
"hola" dicho en aquella estación de tren. 
¿Acaso ya no sientes nada por mí? 
O seré yo quien debe matar estos sentimientos 
que una noche nacieron con unas cuantas ilusiones. 

3 comentarios:

  1. ¿Por qué? Quiero decir, ¿por qué lloro? Si yo soy una tía dura (no, mentira, soy de las de la Generación del 27 mejor si es en vena, y la filosofía a las tres de la mañana)
    Pero bueno, tampoco lloro con todo. Y esto es precioso. Quizá porque yo he echado muchas veces de menos, quizá porque conozco esos sábados color lunes, y las manos vacías cosquilleando mientras palpan la nada. Quizá porque yo también me pregunto, después de mucho tiempo, si es que me olvidaron. O porque siento debilidad por las estaciones de tren (siempre que me da un bajón me esperan con los brazos abiertos tentándome a irme lejos).
    Y eso, que te he encontrado, pero que me quedo.

    Escribe a menudo.
    Te sigue (y te admira)
    María

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    1. Gracias por tus palabras, María. Por cierto, estuve leyendo tu blog y es grandioso. ¡Un fuerte abrazo!

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