jueves, 15 de octubre de 2015

Carta a quien la lea

Mira bien. Yo siempre he estado ahí, lo que pasa es que ante tus ojos paso desapercibido, pero ciérralos y empieza a sentirme. Empieza a creer en la magia de las personas rotas, en la curación instantánea que puede causar el simple hecho de pensar en lo bonitas que podrían ser las cosas si tuviésemos las ganas suficientes como para atentar contra el odio que retuerce nuestro cuerpo herido y maltratado.

Pueden algunos kilómetros separarme de tu piel, pero jamás podrán separarme de ti. ¿Acaso aún no sientes el poder de los sentimientos? Pueden mover montañas, abrir mares y eclipsar galaxias si tan siquiera supiésemos cómo utilizarlos, y hacerlo de la manera más sensata, es decir, que no termine doliéndonos la mirada cuando la alzamos mientras el cielo se pinta cada vez de colores grisáceos.

Y es que el mundo a veces gira demasiado rápido, que no alcanzamos a coger un poco de aire para decir:
 Voy a utilizar los restos de mi último suspiro para convertir al mundo en un lugar en el que valga la pena correr riesgos.
Que tú puedes, cualquier día del mes, correr el riesgo para ser feliz, para quitarle esa sutura tan triste que llevas en la boca desde aquel día. 

Aquel día.
Joder.
Aquel día.
Qué triste, y a la vez, qué bonito suena. Es como un instante que te marca para toda tu vida y lo recuerdas siempre.

A ver, ponte de pie, abre la puerta y antes de dar tu primer paso, recuerda todas y cada una de las personas que han creído en ti, en las sonrisas que te han sacado cuando has tenido días malos; en los momentos que han compartido, en las canciones en las que tienen un llanto en común y en las películas que han ido a ver al cine. Recuerda los abrazos donde te compusiste o te desmoronaste en un parpadeo, en las noches de insomnio donde algunas ausencias fueron las que te iluminaron un poquito tu vida, en la tormenta donde aprendiste a bailar, en los "holas" que te calaron desde el primer día. 

Y ahora salta. 
Corre a contrarreloj.
Alcanza la luna y quítale la nostalgia.

Posdata: Sé feliz, joder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario