miércoles, 6 de enero de 2016

Te libero de mí

Después de tantos daños, ¿piensas que me vas a hacer caer tan fácilmente? Quien ha demostrado ser valiente he sido yo, porque créeme que se piensa dos veces antes de volver a amar después de que te han decepcionado y te han dejado sonando a cristales rotos. No vengas a mí queriendo recuperar lo que siempre fue mío, y sólo mío, déjame aclararte que este lugar, situado en el pecho izquierdo, ha sido mi jaula pero también ha sido el cielo el cual he surcado con mis ojos rojos.

Y si lo quieres saber: soy libre ahora que no estás, ahora que he decidido finalmente, después de tantos años, liberarte de mí. De este desastre, como tú decías. Lo que faltó hacer por mí es lo mismo que ahora hago yo, porque he comprendido que el secreto de la felicidad, no de la que es compartida con alguien, sino con quien uno tiene que convivir para siempre: es que así como nos hemos hecho daño, también hay que hacerlo con esa misma fuerza al ser felices con nosotros mismos.

Hoy, en este día, te libero de mí, 
de mis manías,
de mis miedos,
de mis locuras, 
de mis depresiones, 
de mis aventuras, 
de mi recuerdo, 
de mis letras, 
de mis tentaciones, 
de mis fantasías,
de todo lo que soy y he sido contigo.

Espero que algún día me perdones por lo que estoy haciendo, pero quiero ser feliz más que contigo, lo quiero hacer conmigo, porque sabes que he sido un chico demasiado triste. Voy a ir por mi pequeña estrella. Y voy a brillar, brillaré como brillan las constelaciones cuando la noche es más oscura. 

Te liberto de mis sentimientos, 
de mis pensamientos, 
de mis planes, 
de mis sueños, 
de este corazón que era a prueba de balas antes de conocerte, 
de estas corazas que se retienen a echarte para siempre de mi vida, 
de mis insomnios a tragos amargos,
de mis malos y buenos días. 

Te libero de mis inseguridades, 
de mis ansiedades, 
de mis malas rachas, 
de mis mejores y peores momentos, 
de mi autodestrucción, 
de mi destrucción, 
de mis atardeceres. 

Voy a atardecer en otros brazos y a amanecer en otras vidas, merezco ser visto como un espectáculo nunca antes visto, y no de medio tiempo.

Voy a hacer de mis horas algo que merezca la pena recordar 
y ya no tanto en quejarme del tiempo que perdí contigo. 
Hay que ser honestos siempre que tenemos la oportunidad, 
porque tal vez cuando queramos decir la verdad
sea
demasiado
tarde.

Me libero de ti 
y le abro la puerta a tu olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario