domingo, 25 de octubre de 2015

Amant in tenebris

Porque
hay que ser valiente para quedarse en mis tinieblas,
en mi alma rota,
y en mi corazón hiriente.

Por eso te quiero a ti,
con tus tinieblas, 
tu alma rota 
y tu corazón hiriente.

Somos lo que el fuego a la leña vieja,
tenemos un amor autodestructivo
que sabemos de antemano que
no saldremos sino en cenizas,
mientras Moonlight Sonata de Beethoven
suena de fondo,
y nuestras miles de partes
siguen perdidas en el fondo de algún abismo.
Y las buscaré en los mil agujeros
que cavamos para desaparecer
del mundo.

Un amor tan triste como el suicidio de Romeo y Julieta.

Te prometo que si, en algún instante, te veo con la cabeza cabizbaja
haré lo que hace la primavera con el campo marchito.
Aunque no sabremos quién reconstruye a quién,
porque, si ya te diste cuenta, estoy igual de perdido que tú.

Procura no acercarte mucho a este dolor que sigue latiendo
después de haberlo enterrado en lo más lejano a mí,
porque hay heridas que se transmiten de piel a piel
y luego las compartes con el otro.
Y no es justo que tú sientas lo que yo me hice mientras jugaba
a si apretar el gatillo o no en la sien de los sentimientos,
porque el amor es una bala perdida.
Y a veces, le cae a cualquiera.
Y sufres por cualquiera.
Y sonríes por cualquiera.
Y gastas vida por cualquiera.
Y padeces de insomnio por cualquiera.
Y es así como, por un descuido de tu parte,
alguien se enamora de ti. Sin saberlo.
Y sin ni siquiera quererlo, ni necesitarlo.
Un amor que te va consumiendo,
que te va enterrando,
que te encierra por completo en el calabozo.

Fíjate, amor, que la luna tiene sus abismos,
y que, sin embargo, nos parecen preciosos.
Preciosos como ver sonreír, desde el fondo y agarrándose de sus cimientos,
a quien la vida solamente le ha mostrado su parte malvada.
Pero que, después de todo, es la lluvia quien le hace sonreír, 
quien le anima a bailar solo, bajo ningún paraguas.

Que truene, 
que relampaguee, 
que nosotros seguiremos 
tronando 
y relampagueando 
como una lluvia que no cala, 
pero que dentro de unos años, 
aún la recuerdas.

Hay almas que no calan,
pero se quedan de la mano con la nuestra
vagando por algún rincón del universo.

¿Después de todo, qué somos?
¿Lluvia o tormenta?
¿Huracán o tornado?
¿Paz o calma?

Asómate un poco más,
mírame más a menudo las imperfecciones,
susúrrame que me amas
y que me detestas a igual medida.

Quiero sentirte tuya,
libre como un ave que ha aprendido a amar sus alas
y que sepas que nunca te las voy a cortar.

Todo termina, es cierto, 
pero también, 
todo comienza
desde
las 
tinieblas.

1 comentario:

  1. Discúlpame, no supe manejar la situación y la regué. Esto es muy difícil. Te veo y me muerdo el corazón y las ganas de platicar, las ganas de estar ahí a tu lado, cera, cerquita. Te extraño mil. Perdóname si te estoy haciendo daño. Tu mirada me dice que estas pasando mal tiempo. Te falta ese brillo en tus ojos. Yo trato de disimular tu ausencia, el brillo de mis ojos es cuando te veo. Espero que te haya gustado el vestido, gracias por el, sé que será el último regalo que me darás. Te quiero mucho, mucho. 23.10.2015. Todos estos años fueron un minuto y sigo sin creer que estamos separados, pero sé que en el corazón y en la mente estamos juntos. Me haces mucha falta. Caminaré un tiempo si ti. Vive feliz esta nueva etapa, quiero verte con esa tu sonrisa que me encanta. Dale brillo a tu vida yo haré lo mismo, porque sé que nos encontraremos luego. QLE

    ResponderEliminar