miércoles, 27 de julio de 2016

Madison

Su nombre es Madison
y tiene un Square Garden en el corazón.
A veces tan llena,
otras veces, tan vacía.
Tan bella,
tan letal.
Tan impredecible,
tan imposible si la miras con los ojos.

No hace ruido cuando se rompe,
late a mil por hora,
siente como si el mañana no existiese
y mira como si el pasado no fuese cicatrices.

Ella es silencio y ruido,
lleva una paz tan abrumadora bajo las pestañas
que ya quisiera la guerra conquistarla.
Hace añicos a quien deja pasar
y cierra la puerta cuando está indispuesta a hablar. 

Es lo que otros temen ser,
por eso es única,
exacta para dar los segundos
y un desastre para darse minuto, a solas, con ella.

Escúchala cuando te habla con los ojos,
no le des la espalda cuando necesita tu pecho,
no la apuñales cuando necesita una mano para aferrarse.

Es la chica que, aun no siendo el amor de tu vida,
no la cambiarías por nadie en el mundo,
porque prefieres cambiar de vida, 
que cambiarla a ella por cualquiera.

Es muerte,  pero también es vida.
Sobrevuela las montañas
en busca de aquel pájaro que emigró
y jamás volvió a escucharle cantar por las mañanas.
Desde entonces, se despierta
con la esperanza de volverlo a ver.

Teme ser nadie para quien quiere serlo todo.

Es una herida que sana,
así es,
inexplicable como cuando estás de bajón
y, de repente, alguien con alguna tontería
te hace reír como si jamás hubieses llorado antes.

Soledad, se hace llamar a veces
y pasa mil años atrapada en el calvario
de no saber adónde pertenecer.

Madison,
como aquellas voces que te hacen llorar,
como aquellos lugares que te hacen recordar,
como aquellas viejas cicatrices que te llevan a la escena del crimen,
como aquellas canciones que te hacen anhelar,
como aquellas tardes de domingo en las que no sabes si romperte o reír,
como aquellas calles llenas de oscuridad y te da por correr,
como aquellas estrellas que deciden ser fugaces,
como aquellas caricias que te hacen temblar.

Madison, como aquel lugar que ruge tan fuerte como un león
y otras veces permanece en un abrumador silencio.

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