miércoles, 4 de febrero de 2015

Abriles

Guardo el desastre que compartí contigo.
Pasa el tiempo; la vida, también.
Pierdo en esta monotonía.
Rompo las rutinas.
Me rompo también.
Saco las fotografías empolvadas del viejo baúl de los recuerdos. 
Mas que fotos, veo momentos.
No sé si felices
o tristes,
no lo sé,
pero entonces no importaba tanto, sólo importaba estar ahí.
Tomados de la mano, aferrándonos a la vida.
Te amé,
me amaste:
hoy en día sonamos mejor en tiempo pasado.
Somos desconocidos que se conocen hasta las cicatrices no visibles.
El pronóstico dice que lloverá.
Llueve. 
La lluvia cae al compás de mis lágrimas.
Las gotas se resbalan por la ventana.
Tengo la mirada perdida con muchos ojalás y quizás.
Estoy lleno de imposibles.
Suena una canción muy triste que me hace sentir mejor.
La lluvia huele a muchas ausencias. A nostalgia. A personas. A "te echo de menos". A distancia.
El cielo se rompe con los estruendos.
Ruge como el rey león.
Recuerdo.
Me pierdo y me enamoro otra vez de los recuerdos.
Tropiezo con el mismo recuerdo de siempre.
Así todos los abriles desde que duermo en una cama para dos.

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