viernes, 31 de octubre de 2014

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

Te robas las miradas, pero no los corazones. Te dicen “hola”, tú dices “adiós”. La felicidad se asoma a ti y huyes, le tienes un miedo interno, incluso le has puesto una orden de restricción para que no se acerque a ti a más de 10 metros. Corazón de piedra, pero cuando se calienta llega a quemar. Te mueves como si nunca hubieses tropezado en la vida, sin mirar atrás, a veces te gusta ver el retrovisor para tener un sostén al cual aferrarte en los tiempos donde no tienes a nadie a quien agarrar de la mano. De vez en cuando te gusta hacer complicadas las cosas, porque te gusta tener un poco de diversión en la historia. Te gusta el amor, pero no te gusta que te rompan lo más bonito que posees: las ilusiones. Eres preciosa, los años han pasado y han hecho de la curva de tu sonrisa la octava maravilla del mundo. ¿Qué harías si no tuvieras miedo?, miedo a que te lastimen, a que te rompan el corazón, a fracasar cuando estás a punto de alcanzar lo que amas, a perder algo que no podrás reemplazar. Harías de todo, menos tristeza. Tus pensamientos parecen ser tus enemigos, te contradicen la mayor parte del tiempo, privándote de muchos placeres de la vida. Tienes miedo de sufrir amnesia y olvidar tus únicos momentos felices. La realidad le gana por excelencia a tus peores pesadillas. Sonríes cuando nadie te ve, de igual forma lo haces cuando lloras. El brillo cristalino de tus ojos no es más que un montón de lágrimas acumuladas.

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