martes, 25 de agosto de 2015

Quemaduras

Acabo de cerrar justo algunas puertas que me servían de escape cuando tenía ganas de abandonarlo todo en tus brazos. De dejar las ganas en tu boca, y olvidarme de que el mundo arde cuando te veo sonreír cuando estás tumbada en la cama. Y me prendes fuego con la mirada y me invitas a caminar por esos lugares que solamente quieres enseñarme a mí. 

Y la noche se enciende. 
Y brillamos, aunque sepamos que después del incendio, solamente quedan cenizas. Y un hermoso desastre con vistas a cualquier paisaje que nos pinta cualquier libro de ciencia-ficción, mientras nuestra canción se reproduce en el bar más cercano y dos comienzan a desconocerse.

Y bailamos. 
Te tomo de la cintura y te recuestas sobre mi hombro, mientras te susurro al oído: 

Quiero que seas el infinito del que todo el mundo habla. Quiero eternizarme contigo, pero también quiero que nuestras primeras arrugas sean de tanto reír, y no porque estemos envejeciendo.
Esta noche, la poesía se parece mucho a ti. 
Esta noche, la música suena igual que tu voz cuando intentas decirme algo muy bajito. 
Esta noche, la noche está en tus pupilas.

Voy a besarte las imposibilidades y voy a enseñarte que los imposibles te están reclamando porque tú no los intentas. 

"Inténtame, gilipollas", me dices. 
Y te beso. 
Y el mundo entonces, es una olla de presión contra nuestro pecho que decidimos abrir cuando está aún en la estufa. 
Y terminamos con muchas quemaduras, pero el amor es lo más parecido al peor incendio que jamás nadie podrá apagar. 

Así que, cariño, caminemos 
y mostremos al mundo 
lo precioso que es quemarse 
con otro cuerpo. 

Enseñemos con orgullo 
nuestras quemaduras.

3 comentarios:

  1. -Querido Benjamin Griss he leído prácticamente todos tus post. Tengo que decir que en cada palabra, en cada sílaba en cada punto seguido y en cada punto y aparte he podido sentir emoción, pasión, tristeza de todo. Transmites todo en unas simple letras unidas por el sentido que encuentra tu cabeza.
    Te cuento un secreto cada vez que leo cosas como brillo en los ojos, estrellas y otras palabras me viene a la mente una persona. A veces me asusta que él siga ahi, tan adentro de mi alma, en mis pensamientos. No le recuerdo a todas horas. Pero créeme que aunque sea le recuerdo una milesia de segundo al día. Sí, le recuerdo. Supongo que él es el amor de mi vida. Ese que recordarás eternamente.
    Le conocí hace unos pocos años y ahí sigue con pequeños descaste. En mi mente le recuerdo como una instantánea, yo tan risueña y el con su reciente barba.

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  2. Hay personas por las que merece la pena quemarse y hasta partirse en dos. Ya sabes lo que pienso de tus palabras. "El amor es lo más parecido al peor incendio que jamás nadie podrá apagar", ojalá siempre estemos en llamas.

    Eres pura magia.

    Un abrazo fuerte,

    Daw

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