Y, de repente, un día cualquiera, conoces a alguien que,
sin darte cuenta y sin quererlo, te hace sonreír. Y que, además, llega a
comprenderte mejor que cualquier persona cercana. Sientes conocerlo de toda la
vida, aunque nunca lo hayas visto, es como si fuese un motivo que te haya
perseguido al mismo tiempo en que estuviste huyendo, tratando de encontrar una
razón por la cual valiera la pena luchar. La encuentras. Estaba en un lugar sin
esperanza, en un lugar inhabitable. Poco a poco va haciendo un hueco en tu
vida. Finalmente lo hace. Abarcó la mayor parte de tu tiempo y de tus
pensamientos. Echó raíces en lugares donde nadie más había estado, en esa parte
donde te tocabas a diario y sentías un vacío enorme. Ahora ese vacío está lleno
de vida. Y te preguntas: ¿Cómo una persona que conocí por casualidad se convirtió
en la persona que había buscado toda mi vida? Y es ahí, justo en ese momento,
cuando comienzas a creer en la magia.
Simplemente FABULOSO!!!
ResponderEliminarLa magia habita donde menos esperamos. No sirve buscar, la atracción, la química viene sola. Donde menos esperas y con quien menos podrías imaginarte.
ResponderEliminarNo debemos perder la esperanza nunca y una vez hallada esa magia debemos intentar mantenerla siempre.
Son momentos únicos....