martes, 9 de septiembre de 2014

Se tarda más en cerrar una herida que en abrirla

Si alguien tan siquiera fuese capaz de entender que naufragar no es hundirse, como tocar fondo no es el final del océano, que la profundidad depende de cuánto estemos dispuestos a nadar y de aguantarnos la respiración. Que se tarda más en cerrar una herida, que en abrirla. Que hay momentos que son válidos y entran en vigencia cuando alguien te roba el sueño y hace que padezcas insomnio, no por unas noches, sino por toda la vida. Y por muy duro que suene: tienen que romperte el corazón, las ilusiones, los sueños para darte cuenta de que todavía queda mucho por lo cual luchar, que el final es el principio de algo que ni siquiera el destino sabe que sucederá. Hay muchos precipicios que gritan nuestro nombre y el eco nunca nos encuentra, porque quizá estemos perdidos sin saberlo y sin darnos cuenta de que necesitamos un motivo o una razón, para seguir en este mártir de gente muerta caminando apresurada para llegar pronto a lugares adonde ya no llegan trenes. Hay cajas de música donde la bailarina ya no baila, sin embargo, la música no se detiene. Aún no se sabe que para motivar a alguien solamente se necesita que le abracen fuertemente hasta hacerle sonreír como si nunca le hubiesen roto el corazón y que le haga reír como si nunca hubiese llorado. Qué más da cuándo. Ojalá encontremos a alguien cuando seamos su tiempo presente, y no cuando seamos tiempo pasado, porque lo correcto ya no es tan correcto cuando ha pasado su tiempo. “Ojalá algún día” estas tres palabras no suenen tan tristes.

2 comentarios:

  1. Es precioso todo lo que escribes.
    Sí que es cierto que no le damos tiempo al tiempo, que cerramos la puerta (muchas veces), a lo que pueda venir. Bueno, la puerta, y el corazón, y los ojos, y nos negamos a escuchar. Qué malas son las prisas.

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  2. A veces me pregunto si lo que vivi y lo que senti por él era amor. Hay veces que me convenzo de que no lo era, y digo me convenzo por que si lo fue. No fue un capricho de vacaciones, un capricho no dura tantos insomnios, tantos sentimientos de que me faltara algo. Fue real, unico y especial. Te he amado como se ama al sol de verano, las calidas tardes para ver una pelicula y los paseos bajo la brisa fresca acompañada de tus preciosos ojos que manan vida. Nunca te lo dije pero ¿Tu sabes lo que es mirar el cielo sentir esa paz? Pues eso sentia al mirar tus ojos, al perderme entre tus labios podia sentir lo que es la felicidad genuina en pleno apogeo. Y que decir de tus abrazos, vaya, hasta que me abrazaste no pude comprobar lo que es sentir que la vida puede traducirse en milesimas de segundos y querer mudurse a un corazon con cicatrices y con todas las primaveras. PD: Podran pasar miles de años y aun me haran falta las letras para completar el significado de cuanto te ame.

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